James Clerk Maxwell: Un genio de la física que merecía un mayor reconocimiento.

En varias ocasiones hemos tocado la historia de grandes personajes de el mundo científico, los cuales dejaron todo un legado de conocimiento y aportes en diversas áreas de la ciencia, como ser la increíble Marie Curie, o el fantástico Leonardo Da Vinci. También podemos agregar a esta lista a Baranski, que aunque fue borrado de la historia y hay muy poca información sobre él, su legado permanece a través de los años. Y ni que decir de Nicolas Copernico, un renombrado Astrónomo. Todos ellos muy importantes para los avances científicos modernos.

Hoy le toca el turno a James Clerk Maxwell, una de las mentes más brillantes en la rama de la física pero que lastimosamente su trabajo no tuvo el reconocimiento que de verdad merecía y obtuvo mucha menos fama, quizá esto se deba a que uno de sus más grandes aportes, Las Ecuaciones de Maxwell, son muy complicadas de entender.

Un poco de su historia.

Maxwell fue un físico, teórico y matemático de origen escocés, el cual adquirió cierto nivel de fama gracias a que logró reunir una gran cantidad de Ecuaciones, experimentos y observaciones, en relación con la electricidad y el magnetismo, todo en una teoría electromagnética consistente.

Su trabajo más conocido son las Ecuaciones de Maxwell, las cuales son sumamente importantes porque explica con claridad las propiedades de los campos electrónicos y magnéticos así como también el demostrar que La Luz es una electromagnética. Esto es algo muy importante porque fue dicha teoría sobre la luz la que preparo el camino tanto para la mecánica cuántica como para la teoría de la Relatividad de Einstein.

Su educación.

James nació en la cuna de una familia muy adinerada de Edimburgo, Escocia, Reino Unido, un 13 de junio de 1831. Su padre era un abogado reconocido y su madre lamentablemente falleció cuando James tenía tan solo 8 años de edad. Estudio a la escuela secundaria de Edimburgo, lugar en el cual presento su primer trabajo académico al cual llamo Las Curvas Ovaladas, hizo esto con tan solo 14 años.

Para dicha edad ya había memorizado la biblia completamente ya que en su familia eran evangélicos protestantes y más adelante cuando se volvió todo un científico, no dejó que la religión interfiriera con su ciencia, al igual que lo hizo Isaac Newton, para James la ciencia y la religión no tenían desacuerdos entre sí.

A los 16 años entró a la universidad de Edimburgo, en donde estudio por 3 años Física, matemáticas y filosofía. Gracias a que era muy inteligente, él podía aprender todo rápido y disponía de mucho tiempo libre para hacer sus propias investigaciones. Aprovecho a continuar publicando sus estudios científicos. En el año de 1856, cuando tenía 25 años, recibió en Edimburgo el prestigioso premio de la Medalla de Oro del Estrecho y durante los siguientes 4 años formuló un brillante sobre como los anillos de Saturno podían permanecer estables durante mucho tiempo.

Velocidad de la Luz.

James en sus estudios sobre la luz demostró que deben haber ondas electromagnéticas cuya velocidad, según sus cálculos, sería idéntica a la velocidad de la Luz, esto lo llevo a la conclusión de que la luz es una onda electromagnética. Esto sería igual para los rayos infrarrojos y otros rayos electromagnéticos que quizá aun no hayan sido descubiertos.

Y así como estos descubrimientos, muchos más forman parte de su aporte a la ciencia de hoy en día, los que son muchísimos y tardaríamos demasiado hablando de ellos. Maxwell falleció en Cambridge, producto de un cáncer abdominal, a los 48 años el 05 de noviembre de 1879.

Definitivamente un genio que merecía mayor conocimiento del que se le dio en su época. Te invitamos a leer nuestro artículo sobre: Hans Albert Einstein.