Cada día estamos más y más cerca de que llegue el momento en el que sea real que el precio del dólar y el precio del euro sea prácticamente el mismo. Pues resulta que la moneda única ha sufrido nuevas caídas este día martes, 05 julio del presente año, y se empezó a cambiar por 1.025 billetes de color verde en el mercado de divisas, un nivel tan bajo que no se veía desde hace 20 años.
Fue específicamente desde el mes de diciembre del año 2002 que el euro no veía una caída tan baja. Ya los inversionistas parecen entender que está devaluación se debe gracias a la debilidad de los últimos datos económicos y además el riesgo de que hayan futuros cortes en el ruso, es posible que estos estén causando problemas adicionales que lleven al gran Banco Central Europeo a ir mucho más lento en la subida de tipos de interés ante el temor de que esto llegue a provocar una recesión.
Ahora, de confirmarse esta tesis, eso supondría una depreciación total del euro frente al dólar, dado que la reserva federal de Estados Unidos está, en estos momentos, llevando a cabo una política monetaria mucho más agresiva para evitar o contener lo más posible la inflación. En este caso, la tendencia en picada está bastante clara, el euro ha perdido un 9% su valor en lo que va del año (hasta julio) y un 13% en lo que va de los últimos 12 meses. Solo faltarían unas dos sesiones de caídas con la divisa europea similar a la del día de hoy, que fue de 1.5% y se estaría alcanzando la paridad entre el dólar y el euro, de acuerdo a lo que piensan muchos analistas, esto es algo que inevitablemente sucederá.
Según indica Ignacio de La Torre, quien es economista y jefe de Arcano Partners, “La evolución de tipos de interés en Estados Unidos frente a la zona euro, seguirá atrayendo flujos de capital a la zona dólar”. Esto es así porque la Reserva Federal de Estados Unidos está encareciendo el precio del dinero a una mayor velocidad y esto lo que permite es que se puedan obtener mayores remuneraciones que logran convertir al dólar en una especie de refugio para los tiempos de incertidumbre.
Es la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, la que se encuentra inmersa en un enorme dilema desde hace ya varios meses, si subir tipos con fuerza para frenar las asfixiante inflación, aún a costa de que eso tensione las primas de riesgo de los países del sur y que se desbarate la recuperación, o lo de ir a un paso más lento aún con el riesgo de que la economía entre en una espiral de subida de precios y salarios de la que no es sencillo salir. Esta decisión tiene a la presidenta del BCE entre la espada y la pared, lo cual afecta a un sinfín de variables.
Si Lagarde opta por apartarse de la senda de la FED y acometer una salida de como 25 puntos básicos en julio para proteger el crecimiento, el euro seguirá debilitándose, aunque esto puede tener algunas ventajas a primera vista: la de que los exportadores europeos son mucho más competitivos pues estos venden su producto mucho más barato que sus rivales sin que eso golpee sus márgenes de ganancias. Las multinacionales que repatrian beneficiosos o reciben dividendos de sus filiales extranjeras obtienen más euros por la misma venta y los países del euro que reciben turistas extracomunitarios se vuelven mucho más atractivos, ya que sus hoteles, restaurantes y también tiendas son más económicas.
Con todo esto se vive un nuevo panorama y el euro pasa a tener una cara muy distinta a la que siempre ha tenido. Al tener un euro débil, todo aquel viajero europeo que elija a Estados Unidos como un destino de turismo tendrá que apretarse la faja más de lo habitual, ya que recibirán menos dólares por sus euros. Donde será aún más notorio este devaluó será en las arcas públicas al momento de comprar energía, ya que estas transacciones generalmente se hacen los pagos en dólares, lo que la volverá más cara en un entorno en el que los precios de el petróleo y el gas ya están por las nubes no creyendo que vayan a bajar pronto.
Por los momentos, es Alemania el país que más está sufriendo todo este declive del euro pues recién anunció que ha sufrido su mayor déficit comercial desde la reunificación. Al parecer, los 4 meses y medio de conflicto entre Rusia y Ucrania ya han hecho sentir que en definitiva vamos a sufrir los declives económicos que terminaran afectando a todo el mundo de alguna u otra forma. Hasta las máximas potencias mundiales están sufriendo toda esta situación y nada parece que vaya a mejorar pronto.
¿Piensas que todo está devaluación traerá consigo graves consecuencias para Latinoamérica? Déjanos tu opinión en los comentarios.
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