El concepto erróneo de los vapeadores.
Por mucho tiempo y de forma bastante común se ha tenido la idea de que con los vapeadores o el término de vapear lo que se hace es inhalar vapor de agua, sin embargo esto no podría estar más alejado de la realidad, ya que cuando se consumen vapeadores lo que se está haciendo es inhalar los aerosoles junto a un grupo de distintos sustancias toxicas que, si bien no son tabaco, son materiales pesados como aromatizantes o metales pesados y algunos incluso contienen nicotina, dejando a todo aquel consumidor que cree que está dejando el hábito de lado con cara de payaso.
La leve ventaja que ofrece este tipo de productos es que al vapear no hay combustión de tabaco ni se ingiere la nicotina de forma directa como lo es en el caso de los cigarrillos y por lo tanto las empresas creadoras y distribuidoras de los cigarrillos electrónicos promueven el consumo de los mismos con la idea de que usarlos sería potencialmente menos dañino que el fumar cigarrillos de tabaco normales. A esto se le suma el detalle de que no deja una molesta sensación de tabaco en la boca y que tampoco produce exceso de humo que afecte a terceros, declarando al producto como uno Smoke Free.

Sustancias distintas de la nicotina pero igual de dañinas.
Es por eso que se ha creado una percepción de que el cigarrillo electrónico es menos dañino por el hecho de que contiene menos sustancias químicas que el de tabaco pero no se está en un cien por ciento seguro de que sustancias puedan ser estas. Por lo tanto, el uso de estos vapeadores no te garantiza esta mayormente libre de sustancia dañinas para el cuerpo humano, los cigarrillos electrónicos si son más seguros que usar los cigarrillos de tabaco comunes, pero eso no significa que sean seguros y no hay un dato exacto que te diga hasta que tanto lo son de seguros.
Se dice que en el año 2018 se realizó un estudio general a la creación e investigación sobre vapeadores que indica que se han encontrado un total de 22 sustancias toxicas distintas a la nicotina en los vapeadores y sus emisiones sumándole a esto el detalle de ciertos estudios clínicos que asocian el uso de cigarrillos electrónicos con lesiones en los pulmones y el corazón. Para rematar todo esto, son muy limitados los resultados al respecto de que ayude a las personas a dejar de fumar y por el contrario, esta sirviendo como una red para atraer más jóvenes a convertirse en consumidores.
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