Lise Meitner (1878–1968) fue una física austriaca de origen judío cuya contribución al descubrimiento de la fisión nuclear marcó un antes y un después en la historia de la ciencia. Aunque su trabajo fue esencial, por mucho tiempo no recibió el reconocimiento que merecía, ya que el Premio Nobel de Química en 1944 fue otorgado únicamente a su colega Otto Hahn. Esta es la historia de una mujer pionera en la física y un símbolo de perseverancia frente a la adversidad.
La juventud de Lise Meitner y sus comienzos científicos
Nacida en Viena, Lise Meitner mostró desde pequeña un interés por las matemáticas y la física. Sin embargo, como mujer, tuvo que enfrentar numerosas barreras. Durante esa época, las mujeres tenían prohibido el acceso a la mayoría de universidades. A pesar de estas restricciones, Lise persistió y, en 1901, ingresó a la Universidad de Viena, donde estudió bajo la tutela del famoso físico Ludwig Boltzmann.
En 1906, se convirtió en la segunda mujer en obtener un doctorado en física en la Universidad de Viena. Posteriormente, se trasladó a Berlín para trabajar con Max Planck, a pesar de que en ese entonces las mujeres no eran admitidas oficialmente en las universidades alemanas.
Colaboración con Otto Hahn y el descubrimiento de la fisión nuclear
En Berlín, Lise Meitner comenzó una fructífera colaboración con el químico Otto Hahn. Juntos, investigaron la radiactividad y la física nuclear. Meitner se convirtió en la primera mujer en ser profesora asociada en Alemania, un logro significativo para la época.
En 1938, el régimen nazi obligó a Meitner, por su ascendencia judía, a huir de Alemania. Se refugió en Suecia, donde continuó su trabajo en física. Desde allí, mantuvo contacto con Hahn, quien realizó experimentos que sugerían que el núcleo del uranio podía dividirse en dos partes más pequeñas al ser bombardeado con neutrones. Fue Meitner, junto con su sobrino Otto Frisch, quien interpretó correctamente los resultados de Hahn y describió el proceso como «fisión nuclear».
El impacto de su descubrimiento
El trabajo de Meitner y Frisch fue revolucionario. Utilizaron las ecuaciones de Einstein para calcular la enorme cantidad de energía liberada durante la fisión nuclear. Este descubrimiento no solo abrió nuevas posibilidades en la física, sino que también marcó el comienzo de la era atómica. Sin embargo, Lise Meitner rechazó participar en el Proyecto Manhattan, que desarrolló las primeras bombas atómicas, y condenó el uso de su descubrimiento con fines bélicos.
Reconocimiento tardío y legado
A pesar de su contribución clave, el Premio Nobel de Química en 1944 fue otorgado solo a Otto Hahn, lo que generó controversia en la comunidad científica. Aunque Lise Meitner no recibió el Nobel, a lo largo de su vida fue reconocida con numerosos premios, como el Premio Enrico Fermi en 1966. Además, en su honor, el elemento químico 109 fue nombrado «meitnerio» (Mt).
Lise Meitner es recordada como una de las grandes mentes de la física del siglo XX y un modelo de determinación frente a la adversidad. Su historia sigue inspirando a mujeres científicas en todo el mundo.
Curiosidades sobre Lise Meitner
- Fue apodada por Albert Einstein como «la Marie Curie alemana».
- A pesar de ser judía, se convirtió al cristianismo protestante a los 21 años, aunque esto no la protegió de la persecución nazi.
- Lise nunca se casó ni tuvo hijos, dedicando su vida por completo a la ciencia.
- A los 89 años, falleció en Cambridge, Inglaterra, y en su tumba se lee una inscripción que celebra su dedicación a la paz: «Una física que nunca perdió su humanidad».
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