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https://www.youtube.com/watch?v=TVRHlE-iNW8&pp=ygUTZGVtb25pbyBkZSB0YXNtYW5pYQ%3D%3DYa hemos dicho con anterioridad que Australia es un país tan único así como extremo, lleno de especies animales aterradoras que puedes encontrar fácilmente en cualquier rincón de tu hogar, conviviendo fácilmente contigo sin que tu siquiera te des cuenta. Algunos son insectos que parecen insignificantes pero letales, otros pueden llegar a ser gigantes caimanes tomando el sol en el patio de tu casa. Todo en este país es extremo y ahora que un animal que estaba desaparecido hace miles de años ha vuelto, lo es aún más.
Una especie bandera ha vuelto a hacer acto de aparición en este hermoso país luego de muchisisisímos años que llevaba desaparecido, se trata del famoso Demonio de Tasmania. Este animal es conocido como especie bandera por los biólogos y estudiosos de la naturaleza por ser un animal que destaca de los demás animales que se encuentran en un habitat por diversas razones. Ya sea referentes geográficos o por ser un símbolo de la naturaleza e un lugar determinado, pensar en el Demonio de Tasmania es redirigirnos a Australia de forma automática y casi inconsciente, ahora este emblemático animal ha vuelto ha nacer en este país después de milenios y esto alegra a la comunidad científica.
Como ya dijimos, el Demonio de Tasmania reúne los requisitos necesarios para ser considerado un animal emblemático y el que ahora esté nuevamente con vida en Australia es motivo de mucha alegría para todo el mundo que aprecia la naturaleza como parte de nosotros. Este interesante animal que recibe por nombre científico el Sarcophilus Harrisii, es un animal bien conocido por el publico por el motivo que su imagen fue la fuente de inspiración para un dibujo animado de la compañía televisora Warner, lo que le catapultó a la fama mundial.
Su tan solo nombre y su apariencia ya nos indica de donde es que procede y el hecho de que este vivo nuevamente lo coloca en la lista de animales en peligro de extinción, por lo que requiere de protección de manera urgente. Aunque su nombre nos indique que este animal proviene de Oceanía, la verdad es que este animal había desaparecido de Australia hace más de 3.000 años sin que en realidad se haya extinguido, puesto que el animal aún vive en la Isla de Tasmania y su pequeña isla vecina Robbins, la cual se conecta con la isla principal cuando hay baja marea.
Restos analizados por arqueólogos en Australia han descubierto que este curioso animal existía en abundancia en este país pero se desconoce a ciencia cierta cual fue el motivo que le hizo reducir su población tan drásticamente hasta llegar al punto de desaparecer. La teoría más aceptada indica que a lo mejor está especie empezó a ser demasiado asediada por los Dingos, perros salvajes australianos en extremo feroces, hasta que los llevó al punto de la desaparición de esta isla, hace ya 3 milenios.
Es por esto que muchas asociaciones animales en conjunto con las autoridades australianas, tenían como proyecto el regresar al Demonio a la isla, muchos intentos se habían realizado sin éxito alguno, almenos hasta ahora. Una asociación de Australia estaba trabajando junto a varios grupos conservacionistas para crear un santuario que permitiera recuperar algunas de las especies en peligro de extinción que habitan la isla. El sitio cuenta con más de 400 hectáreas de terreno bien custodiadas para la seguridad de las especies y al mismo se trasladaron en el año 2020 un total de 26 demonios en etapa adulta.
El Proyecto se hizo con la intención de ver si estos lograban reproducirse, simplemente se les libero en el santuario y a partir de allí todo dependería de ellos, los expertos solo se limitaban a observar desde lejos. Hasta que finalmente se dio lo que tanto se estaba esperando, el nacimiento de las primeras crías de Demonios de Tasmania nacidos en tierras australianas desde hace más de 3.000 años. Los biólogos ingresaron al santuario e hicieron una observación al saco de todas las hembras (recordando que son marsupiales) y al final se pudieron encontrar un total de 7 crías de Demonio en perfectas condiciones y gozando de buena salud.
El hecho de que se haya podido recuperar la existencia de un animal tan esquivo y complicado de tratar como lo es el demonio de Tasmania, hace ver que nuestra tecnología está avanzando permitiéndonos recuperar a muchas especies poco comprendidas y así mismo bajando los índices de extinción en ellas. Se trata de un gran logro para el reino animal.
Los demonios de Tasmania son marsupiales carnívoros nativos de Australia, conocidos por su apariencia única y comportamiento feroz.
Los demonios de Tasmania son carroñeros y se alimentan principalmente de animales muertos, aunque también pueden cazar presas pequeñas como insectos y roedores.
Se les llama demonios debido a su aspecto salvaje y agresivo cuando se alimentan o se enfrentan a otros animales, aunque en realidad son marsupiales inofensivos para los humanos.
Los demonios de Tasmania son endémicos de Tasmania, una isla en Australia, y se consideran el marsupial carnívoro más grande de Australia.
Los demonios de Tasmania son animales solitarios y nocturnos, conocidos por su temperamento agresivo y vocalizaciones fuertes. Sin embargo, también pueden ser animales sociales y formar grupos temporales durante la alimentación.
Los demonios de Tasmania enfrentan amenazas como la enfermedad del tumor facial y la pérdida de hábitat, lo que ha llevado a su clasificación como especie vulnerable en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN.
Los demonios de Tasmania tienen un sistema de reproducción marsupial, donde las crías nacen prematuramente y se desarrollan en la bolsa marsupial de la madre durante varios meses antes de salir y enfrentar el mundo exterior.
Los demonios de Tasmania son animales únicos y emblemáticos de Australia, conocidos por su apariencia distintiva, comportamiento salvaje y su papel importante en el ecosistema de Tasmania.
Sí, existen programas de conservación dedicados a la protección y estudio de los demonios de Tasmania, incluyendo la investigación de la enfermedad del tumor facial y la conservación de su hábitat natural.
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